El Güillanguille se suma a las leyendas de terror latinoamericanas que causan verdadero horror en todo el que la conoce. Sobre ella existen dos versiones difundidas. La primera cuenta que el alma en pena se presenta en la forma de un bebé inocente. Un pequeño que murió sin ser bautizado. La víctima escucha su llanto inconsolable y al acercarse, el pequeño cambia su apariencia por la de un terrible demonio, que le causa grandes desgracias.
La segunda versión sobre el Güillanguille cuenta que es realmente el alma en pena de un bebé inocente, que en efecto murió sin ser bautizado, pero que no hace ningún daño a quien lo encuentra. Lejos de ello, llora pidiendo la ayuda de quien lo encuentre. Solo busca que lo bauticen para poder descansar en paz.
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